Eres y siempre has sido un
Guerrero de las Huestes de Jesús.
Proclámalo y siéntelo en tu corazón.
Cuando el temor y la duda traten de mermar tu fe,
solo recuerda quien eres y dilo en voz alta:
Yo Soy un Guerrero de Luz,
Yo Soy Legión de Jesús el Cristo.
(Rolando Vargas)